Mi bohemia (Fantasía)
Me iba, con los puños en mis bolsillos rotos…
mi chaleco también se volvía ideal,
andando, al cielo raso, ¡Musa, te era tan fiel!
¡cuántos grandes amores, ay ay ay, me he soñado!
Mi único pantalón era un enorme siete.
Pulgarcito que sueña, desgranaba a mi paso
rimas Y mi posada era la Osa Mayor.
Mis estrellas temblaban con un dulce frufrú.
Y yo las escuchaba, al borde del camino
cuando caen las tardes de septiembre, sintiendo
el rocío en mi frente, como un vino de vida.
Y rimando, perdido, por las sombras fantásticas,
tensaba los cordones, como si fueran liras,
de mis zapatos rotos, junto a mi corazón.
CASA MUSEO RIMBAUD EN HARAR (ETIOPÍA)
A esta ciudad sin apenas atractivos llegó Rimbaud, tras cruzar el desierto somalí, con un pequeño salario, alojamiento y comida, y una comisión del 2% sobre los beneficios que obtuviera del comercio de mercancías: café, marfil, pieles, caucho, almizcle. No obstante, no tuvo demasiado éxito y vivió de manera muy humilde, aunque si forjó cierta amistad con el gobernador local, Ras Makonnen (padre del futuro emperador Haile Selassie).
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