Daniel Maldonado y Luciano Galán
Su estudio sevillano, único de donde salen bellas piezas de cerámica y barro, que transmiten alegría de vivir e interpretan los cánones artísticos del pasado de forma feliz.
Un exvoto es una ofrenda que los antiguos hacían a sus dioses. Estas ofrendas se depositaban en santuarios o lugares de culto y podían consistir en figurillas que representan personas o animales, armas, alimentos.Es una promesa materializada en un objeto.
El ofrecimiento de exvotos tiene su origen en las civilizaciones egipcias y mesopotámicas. En España destacan los procedentes de excavaciones iberas del siglo III a. C., encontradas en el sur y el sureste peninsular, los exvotos iberos suelen tratarse de figuras que representan guerreros, jinetes o animales, normalmente elaborados en bronce.
Posteriormente el símbolo fue tomado por el catolicismo y el exvoto pasó a ser una ofrenda dejada por los fieles que habían recibido un don o curación como ofrenda y recuerdo. Pueden verse actualmente en centros de peregrinación, apoyados sobre las paredes o colgados del techo objetos tales como muletas, ropa, ruedas de autos y todo tipo de cosas que representen el hecho desafortunado del que se habían recuperado.
Exvotos mexicanos
El exvoto ha de tener las siguientes notas diferenciadoras:
Todo ello explica la multiplicidad de formas que guardan los exvotos: - replicas de órganos y miembros en hojalata, plata o cera, de fabricación industrial o artesanal. - aparatos ortopédicos, prótesis. - objetos de uso personal: ropa, gafas, bastones. - partes del propio cuerpo extirpadas, cortadas o arrancadas: cabellos, dientes... - fotografías, cartas, cuadros y todo objeto relacionado con la situación que motivo la ofrenda. - Dinero, alimentos, pagos en especie.
El exvoto surge como respuesta ante la angustia y el dolor humanos, propiciados por fuerzas desconocidas. La solución se halla en la realización de ofrendas y sacrificios que intentan llamar la atención de la divinidad ante una situación personal, que se considera por el individuo de más gravedad y digna de atención que ninguna otra.
Tales comportamientos individualistas tienen hondas raíces en el comportamiento humano y claros paralelos en modelos sociales.
Se trata de una visión antropocéntrica de la divinidad, contrapuesta a la concepción de Dios como ser todopoderoso. Una de las formas más comunes, aunque no la única, de estrechar las relaciones personales con los seres sobrenaturales es la promesa, una de cuyas expresiones concretas es el exvoto.
La primera nace del ser necesitado, se dirige a la divinidad y termina en el hombre; este cumplirá lo prometido una vez que ha recibido el favor solicitado.
El cumplimiento de la promesa está asegurado por sanciones, socialmente admitidas, de orden natural o sobrenatural. De esta forma se trata de llamar la atención e influir sobre quien tiene poder para desviar o dirigir los acontecimientos humanos, es decir, Dios, la Virgen o los santos. La relación puede quedar rota, aunque solo sea temporalmente, en caso de no recibir el favor solicitado.
La actuación de los seres sobrenaturales esperada por el hombre es frecuentemente de carácter milagroso; supera, por tanto, el limite de la capacidad humana y anula el desarrollo lógico de las leyes naturales.
Estas formas de relación con claros orígenes precristianos continuarán una vez cristianizado el territorio, y llegará hasta nuestros días, habiendo dejado muestras tan destacadas como las lámparas, coronas y cruces visigodas o algunas relevantes muestras pictóricas de los siglos XVIII y XIX, siendo numéricamente más importantes en este ultimo siglo, al tiempo que se detecta una reducción drástica a partir de la década de los 30 del siglo XX.
De las otras forma de exvotos apenas quedan muestras, debido al paso destructor del tiempo y los expolios sufridos por numerosas iglesias en forma de robo o venta.
El fenómeno exvoto cristiano tiene gran incidencia en países católicos y ortodoxos, y solo se da excepcionalmente en países protestantes.
- Publicidad: Debe ser público, o sea, dar a conocer el favor recibido, dejando constancia del hecho. Los agradecimientos se expresan en términos como "para memoria", "en acción de gracias ofrecí ponerle este recuerdo", "este cuadro testimonia lo ocurrido", etc.
- Relación: El exvoto ha de tener, así mismo, una relación con la persona que ha recibido el favor y el suceso portentoso que lo motiva.
- Permanencia: Es decir, se pretende dar a conocer de manera perpetua los poderes sobrenaturales de una determinada imagen.
Todo ello explica la multiplicidad de formas que guardan los exvotos: - replicas de órganos y miembros en hojalata, plata o cera, de fabricación industrial o artesanal. - aparatos ortopédicos, prótesis. - objetos de uso personal: ropa, gafas, bastones. - partes del propio cuerpo extirpadas, cortadas o arrancadas: cabellos, dientes... - fotografías, cartas, cuadros y todo objeto relacionado con la situación que motivo la ofrenda. - Dinero, alimentos, pagos en especie.
El exvoto surge como respuesta ante la angustia y el dolor humanos, propiciados por fuerzas desconocidas. La solución se halla en la realización de ofrendas y sacrificios que intentan llamar la atención de la divinidad ante una situación personal, que se considera por el individuo de más gravedad y digna de atención que ninguna otra.
Tales comportamientos individualistas tienen hondas raíces en el comportamiento humano y claros paralelos en modelos sociales.
Se trata de una visión antropocéntrica de la divinidad, contrapuesta a la concepción de Dios como ser todopoderoso. Una de las formas más comunes, aunque no la única, de estrechar las relaciones personales con los seres sobrenaturales es la promesa, una de cuyas expresiones concretas es el exvoto.
La primera nace del ser necesitado, se dirige a la divinidad y termina en el hombre; este cumplirá lo prometido una vez que ha recibido el favor solicitado.
El cumplimiento de la promesa está asegurado por sanciones, socialmente admitidas, de orden natural o sobrenatural. De esta forma se trata de llamar la atención e influir sobre quien tiene poder para desviar o dirigir los acontecimientos humanos, es decir, Dios, la Virgen o los santos. La relación puede quedar rota, aunque solo sea temporalmente, en caso de no recibir el favor solicitado.
La actuación de los seres sobrenaturales esperada por el hombre es frecuentemente de carácter milagroso; supera, por tanto, el limite de la capacidad humana y anula el desarrollo lógico de las leyes naturales.
Estas formas de relación con claros orígenes precristianos continuarán una vez cristianizado el territorio, y llegará hasta nuestros días, habiendo dejado muestras tan destacadas como las lámparas, coronas y cruces visigodas o algunas relevantes muestras pictóricas de los siglos XVIII y XIX, siendo numéricamente más importantes en este ultimo siglo, al tiempo que se detecta una reducción drástica a partir de la década de los 30 del siglo XX.
De las otras forma de exvotos apenas quedan muestras, debido al paso destructor del tiempo y los expolios sufridos por numerosas iglesias en forma de robo o venta.
El fenómeno exvoto cristiano tiene gran incidencia en países católicos y ortodoxos, y solo se da excepcionalmente en países protestantes.
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