El festival de cortometrajes de Cans, una parroquia de Porriño (Pontevedra) lo hemos disfrutado otro año más.
En el año 2004 asistieron 500 personas en una tarde de sábado y desde entonces empezaron a acoger visitantes sin parar. Ya están por encima de los 13.000 espectadores, que acuden al festival de cortometrajes de producción gallega, donde la música también es importante.
Durante el festival, la aldea se transforma completamente y los espacios privados como bodegas, galpones o bajos de las casas se convierten en salas de proyección gracias a las pantallas construidas por los carpinteros Silvino y Juan Maceira, y la hierba empacada y las tablas donde se sienta el público a ver las películas. Otros espacios, como placas de casas en construcción, gallineros, camiones o fincas se convierten en lugares para actuaciones musicales y actividades paralelas.
La oferta es amplia: cortos, estrenos de filmes, documentales, coloquios con cineastas, rutas sonoras y otras actividades, como las dirigidas al público infantil en la sección MiniCans, con talleres de cine, música, proyecciones, magia y hasta una degustación de galletas.
El Premio Pedigree 2018, su máximo galardón honorífico, ha sido para la productora Chelo Loureiro, una mujer con un papel imprescindible en la construcción del audiovisual gallego en las últimas dos décadas. “Chelo Loureiro es una de nuestras productoras más reconocidas y más audaces, también una persona muy implicada socialmente en la lucha por el reconocimiento de las mujeres dentro del campo audiovisual”.
http://cadenaser.com/emisora/2018/04/19/radio_vigo/1524146164_575755.html
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