VALENCIA ROMANA
Valencia fue fundada en el año 138 antes de Cristo, siendo cónsul romano Décimo Junio Bruto, para instalar soldados licenciados, a los que repartió tierras junto a la nueva ciudad. La arqueología ha sacado a la luz evidencias del primer asentamiento, agujeros para postes de cabañas y tiendas de campaña, seguramente un refugio provisional que en pocos años dio paso a edificaciones más sólidas. Valentia prosperó con rapidez y en poco tiempo comenzó a acuñar moneda propia.
VALENCIA MEDIEVAL
Bizancio
En tiempos del obispo Justiniano, en el siglo VI, Valentia experimentó una cierta recuperación, frenándose por algún tiempo la degradación urbana y se celebró en ella un importante concilio regional. Con la invasión bizantina del sudeste de la península en 554 la ciudad cobró una importancia estratégica, instalándose en ella contingentes militares visigodos y emprendiendo tareas de fortificación del antiguo circo romano. Tras la expulsión de los bizantinos en el 625 se inicia una etapa oscura de la que apenas existe documentación y que parece testimoniar un tono de vida urbana muy bajo.
En tiempos del obispo Justiniano, en el siglo VI, Valentia experimentó una cierta recuperación, frenándose por algún tiempo la degradación urbana y se celebró en ella un importante concilio regional. Con la invasión bizantina del sudeste de la península en 554 la ciudad cobró una importancia estratégica, instalándose en ella contingentes militares visigodos y emprendiendo tareas de fortificación del antiguo circo romano. Tras la expulsión de los bizantinos en el 625 se inicia una etapa oscura de la que apenas existe documentación y que parece testimoniar un tono de vida urbana muy bajo.
Los Musulmanes
El verdadero auge de la ciudad comenzó tras la caída del califato de Córdoba, en el 1010, que dio inicio a la aparición de toda una serie de reinos autónomos o de taifas, uno de ellos el de Valencia. La ciudad creció, y en tiempos del Rey Abd al-Aziz se edificó una nueva muralla, de la cual todavía se conservan restos en el barrio del Carmen.
El Almudín.Su nombre procede de la palabra ‘almud’ que significa unidad de medida de granos. Esto es debido a la función del edificio (del siglo XV), que estaba destinado al almacenamiento, distribución y venta de trigo de la ciudad de Valencia. El Almudín era un edificio de propiedad real, y después pasó a manos Consell Municipal de Valencia. Recibía importaciones de trigo dado el carecimiento de este producto de primera necesidad en la zona.
El verdadero auge de la ciudad comenzó tras la caída del califato de Córdoba, en el 1010, que dio inicio a la aparición de toda una serie de reinos autónomos o de taifas, uno de ellos el de Valencia. La ciudad creció, y en tiempos del Rey Abd al-Aziz se edificó una nueva muralla, de la cual todavía se conservan restos en el barrio del Carmen.
El Almudín.Su nombre procede de la palabra ‘almud’ que significa unidad de medida de granos. Esto es debido a la función del edificio (del siglo XV), que estaba destinado al almacenamiento, distribución y venta de trigo de la ciudad de Valencia. El Almudín era un edificio de propiedad real, y después pasó a manos Consell Municipal de Valencia. Recibía importaciones de trigo dado el carecimiento de este producto de primera necesidad en la zona.
Cristianos
Con la conquista de Valencia por Jaime I en 1238 se puso fin a cinco siglos de cultura musulmana, pero ésta dejó una sólida impronta en la ciudad y en el territorio valenciano.
Con la conquista de Valencia por Jaime I en 1238 se puso fin a cinco siglos de cultura musulmana, pero ésta dejó una sólida impronta en la ciudad y en el territorio valenciano.
Torre de Serranos
La Catedral
Con su cimborrio y alabastro dejando pasar la luz
Palacio de los Borja,luego de trasladarse a Italia,BORGIA.
En el siglo XV Valencia vivió una etapa de gran desarrollo económico y esplendor cultural y artístico. Se creó la Taula de canvis, una banca municipal de apoyo de las operaciones comerciales (Foto 10); la economía local —con los tejidos de seda en un destacado lugar— alcanzó un gran desarrollo, y la ciudad se convirtió en un emporio comercial al que acuden mercaderes de toda Europa. A finales de siglo se erigió La Lonja de la Seda y de los Mercaderes, uno de los más importantes centros de transacciones mercantiles del Mediterráneo.
Y EL COMERCIO DE LA SEDA
La Lonja y el Consulado del Mar
VALENCIA BARROCA
La historia de Valencia, como en buena medida la del resto de Europa, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX estuvo marcada por las repercusiones de la Revolución Francesa.
San Nicolás
PALACIO DEL MARQUÉS DE DOS AGUAS
Giner Rabassa de Perellós, compró Dos Aguas y Madrona con autos elevados a público en Valencia el 11 de octubre de 1496. Este caballero fue el primero del linaje Rabassa de Perellós procedente de la unión de don Francisco de Perellós, de la casa de Perellós de los condes de Tolosa, en Francia, y de doña Juana Rabassa, hija de Mosén Giner Rabassa, caballero, el cual dejó heredero a su nieto Giner con la condición que tomase el apellido y armas de los Rabassa.
Tras la expulsión de los Moriscos de 1609, D. Antonio de Vilarragut i Roig de Corella, Barón de Benetússer y al uso titular del señorío de Dos Aguas, repobló con siervos de sus territorios un municipio de Dos Aguas que había permanecido durante varias décadas prácticamente deshabitado. Recibió el título de Barón de Dos Aguas, y, bajo su señorío , y con posterioridad, el título de Marqués de Dos Aguas. De Vilarragut recibió su nombre la torre mora que presidía el casco histórico, actualmente llamado "Pareton del Castillo".
Posteriormente ostenta el título D Luis Cornell Boïl de Ladrón.
Incluso cuando, después del S.XV (y crecientemente en el XVII y XVIII), la penetración de señoríos de origen castellano fue acentuándose, el Marquesado de Dos Aguas continuó siendo el más importante de origen valenciano en número de vasallos, sólo superado por tres de linaje castellano: el Duque de Ganda, el Marqués de Elche y el de Crevillente y el Duque de Segorbe y de Denia.
En 1699 Los Rabassa de Perellós adquieren de Carlos II el título de Marqueses de Dos Aguas, y en 1729 se adhiere al Marquesado el señorío de Castalla, estableciendo en esta población su residencia.
Posteriormente D. Giner Francisco de Paula Rabassa de Perellós y Lanuza, será Marques de Dos Aguas, y Conde de Albatera y Plasencia, que iniciará una reforma de la casa Señorial adquiriendo su definitiva morfología como Palacio del Marqués de Dos Aguas en 1740.El palacio que hoy conocemos.
Un nuevo titular será D. Genaro de Perellós y Palafox
De este heredará el título D. Genaro María del Rosario Rabassa de Perellós.
En 1843-1858, siendo titular D. Vicente Dasí y Lluesma, Senador del Reino y Marques de Dos Aguas, se procederá a la venta del municipio de Picassent, municipio en donde reside, a sus vecinos por 127.500 reales según el archivo del reino de Valencia en su protocolo 9890 folios 184 y ss. En 1864 adquirió el Señorío de Onil, y posteriormente, en 1878 venderá los territorios vinculados al Monte de Bétera a los enfiteutas por 50.000 pts. Bajo este dominio, sufrirá el Palacio Casa Señorial del Marques de Dos Aguas una nueva reforma en 1867.
VALENCIA Y EL COMERCIO DE LOS CÍTRICOS
A principios del siglo XX, Valencia era una ciudad industrializada. La importancia y el predominio de la industria sedera había disminuido, y subsistía la producción de curtidos y empujaba con fuerza el sector de la madera, la metalurgia y la alimentación, este último con una vertiente exportadora, – en particular de vinos y cítricos -, muy activa. Predominaba la pequeña empresa, pero día a día se introducía la mecanización y la producción se regía por criterios industriales. La mejor expresión de esta dinámica eran las exposiciones regionales, en particular la de 1909, emplazada junto a la Alameda, donde se mostraban los avances de la agricultura y la industria. Nacía la Feria Internacional de Muestras.
Hablar del Ensanche,es hablar de Modernismo
LA CIUDAD DE LAS ARTES Y LA CIENCIA
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