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Este espacio de reflexión

lunes, 7 de noviembre de 2016

MINDFULNESS EN EDUCACIÓN.

















Objetivos


1. Cultivar la consciencia de la respiración para ayudar a unir cuerpo y mente y desarrollar la concentración.


2. Cuidar de nuestro cuerpo para reducir el estrés y el sufrimiento.


3. Cultivar el caminar y el movimiento consciente en nuestra vida diaria.


4. Aprender a cultivar sentimientos de alegría y felicidad y a apreciar lo que ya tenemos.


5. Aprender a simplificar nuestras vidas para ser capaces de tener más tiempo para relajarnos y disfrutar de la vida.


6. Familiarizarnos con la práctica del comer consciente para una vida saludable en un mundo sostenible.


7. Aprender a escuchar y abrazar nuestras emociones intensas, como el miedo, la rabia, la ansiedad y la desesperación.


8. Aprender a usar la palabra amable y la escucha compasiva para cuidar de nuestras relaciones.


9. Practicar la resolución pacífica de los conflictos y profundizar en el arte de la reconciliación y la inclusividad.


10. Explorar directrices no sectarias y éticas para nuestra salud y felicidad y también para nuestras familias, escuelas y comunidades, la de nuestra sociedad y nuestro mundo.


11. Observar de forma profunda nuestro consumo y producción, como individuos y como sociedad en un mundo global.






                                        






El mindfulness como concepto psicológico es la concentración de la atención y la conciencia, basado en el concepto de mindfulness o conciencia plena de la meditación budista. Se ha popularizado en Occidente por parte de Jon Kabat-Zinn. A pesar de encontrarse sus raíces en el budismo, el mindfulness se enseña desprovisto de cualquier componente o terminología oriental.



Mindfulness o 'conciencia plena' consiste en prestar atención, momento a momento, a pensamientos, emociones, sensaciones corporales y al ambiente circundante, de forma principalmente caracterizada por "aceptación" -una atención a pensamientos y emociones sin juzgar si son correctos o no.
El cerebro se enfoca en lo que es percibido a cada momento, en lugar de proceder con la normal rumiación acerca del pasado o el futuro.


En este contexto, la rumiación se define como una atención compulsivamente enfocada en síntomas de inquietud, sus posibles causas y consecuencias, contrariamente a sus soluciones. 

Rumiación se parece a 'preocupación' excepto que la rumiación se enfoca en sentimientos negativos y experiencias del pasado, mientras que la preocupación se ocupa de potenciales eventos negativos en el futuro. Tanto rumiación como preocupación están asociados a la ansiedad y otros estados emocionales negativos. La rumiación ha sido estudiada como un factor cognitivo de vulnerabilidad a la depresión.


La psicología clínica y la psiquiatría desde la década de 1970 han desarrollado varias aplicaciones terapéuticas basadas en el mindfulness para ayudar a las personas que sufren de una variedad de enfermedades psicológicas, y de hecho la investigación ha descubierto que las terapias basadas en mindfulness son eficaces, en particular para la reducción de la ansiedad, la depresión, y el estrés.






La Atención Consciente, o Atención Plena, mindfulness, o Sati como se la designa en pali, es una práctica en la que tomamos conciencia de las distintas facetas de nuestra experiencia en el momento presente. Podemos aprender a ser conscientes de cómo nos movemos, cómo nos sentimos (tanto física como emocionalmente), y cómo respondemos o reaccionamos ante cada momento de la vida.
Esta cualidad de conciencia es la base de toda vida creativa, ya que nos permite ser honestos, pragmáticos, despiertos, valientes, y vivir con un sentido profundo de iniciativa. 


Normalmente, solemos prestar atención a las actividades del momento sólo con una pequeña parte de nosotros mismos, mientras la mente y los pensamientos están en otra cosa completamente.
Vivimos en el modo “piloto automático”, ocupándonos de nuestras cosas con muy poca conciencia de los detalles de nuestra experiencia del momento - ni siquiera de las intenciones que motivan nuestras acciones.

Cultivando la atención consciente, podemos aprender a tener mucha más sensibilidad para el proceso de reacción casi permanente que experimentamos en respuesta a todo lo que nos afecta en la vida. 

Podemos hacernos conscientes de las tensiones opuestas que crean nuestros impulsos de evitar las cosas que no nos gustan y de prolongar las experiencias que nos proporcionan placer( Puede que esto sea especialmente fuerte en el caso de las personas que viven con dolor o enfermedad, y es probable que sea una reacción automática, incluso ciega: amoldamos y cambiamos lo que hacemos para intentar evitar las sensaciones desagradables, sin ser realmente honestos, ni siquiera conscientes, acerca de lo que está ocurriendo). 

En consecuencia, no dejamos de añadir sufrimiento secundario a las sensaciones desagradables del dolor o enfermedad, lo que acaba reduciendo nuestra calidad de vida global.

Podemos aprender a desarrollar una conciencia exacta en cada momento de lo que es nuestra experiencia en realidad, en vez de encerrarnos en estos hábitos reactivos de pensamiento distorsionado acerca de nuestra experiencia. 

Esto nos permite tener algo como un espacio en el que podemos tomar decisiones más ponderadas - lo que a su vez nos ayuda a darnos cuenta plenamente de las posibilidades enormes de elección que tenemos en la vida.


La práctica de mindfulness, o atención plena, enseña a despejar la mente para facilitar el trabajo realizado, siendo capaces de crear un espacio interior por lo que, cuanto más se practique esta la atención plena, más grande será. Esta técnica, asimismo, ayuda a apreciar lo que la vida ofrece en cada momento y a no juzgar, criticar o evaluar. Sirve también para conseguir cambios permanentes en el funcionamiento cerebral (Neuroplastia), logrando mejorar el nivel de atención. También conlleva beneficios para la salud e importantes mejoras psicológicas: gestión del estrés, control de la ansiedad, un mayor equilibrio emocional…



 PARA EMPEZAR 

Puede ponerse en práctica con los denominados ‘minutos amables’, es decir, tiempo que se dedica para centrarse en la respiración (inspirando y expirando) y dejando que los pensamientos pasen.
Para conseguirlo, hay que sentarse en posición de meditación o sobre una silla, manteniendo la espalda recta pero no rígida, la cabeza erguida, ojos cerrados y manos sobre los muslos.

























Bibliografía:
"What Is Mindfulness?". The Greater Good Science Center. The Greater Good Science Center at the University of California, Berkeley. Retrieved 2014-04-24


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