Llegada esta época se revive en los Carnavales viejos mitos y tradiciones, con seres de leyenda, con personajes históricos o inventados, con personificaciones de animales, con alusión a los espíritus o los entes nacidos de la imaginación popular y colectiva, supervivientes de otras épocas.
Los historiadores ubican el origen del Carnaval hace 5.000 años, siempre con el espíritu de subversión, con la libertad por bandera identificadora.
Es un juego disfrazado en ficción por la cual el hombre se libraba de sus miedos y cuitas, haciendo con palabras atrevidas y burlas descarnadas representaciones grotescas y sátiras, la mayoría de las veces al poder opresor. Son celebraciones dinámicas, coloristas y participativas.
Con Carlos III se conoció un nuevo resurgir del Carnaval tras el cual y después de sufrir altibajos, será en el siglo XIX cuando adquiere su mayor esplendor y difusión.
La Tarasca
Animal selvático y montaraz, una especie de dragón con seis cortas patas parecidas a las de un oso, un torso similar al de un buey, con un caparazón de tortuga a su espalda y una escamosa cola que terminaba en el aguijón de un escorpión
Como mito, está ligada a la leyenda provenzal del siglo XI (tarasque, pronunciado taRask, es una especie de dragón monstruoso), quizá anterior pues sus orígenes podrían remontarse a la mitología celta.
Durante la Edad media, alcanza gran popularidad una leyenda sobre la Tarasca y santa Marta en la región francesa de Provenza, que se recoge en La leyenda Dorada de Jacobo de Vorágine y que aparece citada en un libro titulado La Leyenda Dorada (1264), cuyo autor es el monje dominico Santiago de la Voragine: La Tarasca vivía en un pantano próximo a la ciudad de Tarascón, en Francia.
El animal causaba muchos daños y pérdidas humanas, de forma que un grupo de lugareños decidieron matarlo. La Santa pasaba por el lugar cuando el animal iba a dar fin de los cazadores, así que apaciguó al animal y cabalgó sobre él demostrando a todos que había dejado de ser peligroso.
El cronista de Badajoz Nicolás Díaz y Pérez, en el Correo de Extremadura de 1900 escribe:
Es una de las tradiciones carnavalescas con más solera en la provincia de Burgos.
Es una representación grotesca de un ser maligno, oscuro y cavernoso, para hacer patente que representa al Mal absoluto.
El ‘animal’ ancestral enfundado con un enorme armazón de madera y tapado con unos sacos;esta bestia está coronada con una calavera de res, abre y cierra sus fauces delante de todos aquellos que se atreven a ponerse a su alcance sembrando respingos, carcajadas y algún que otro enfado.
Es transportado por cinco jóvenes que, cobijados en su interior, empujan los temores que causaba su ‘cla-cla’ y la simbología que representaba.
CONTRERAS
HACINAS
Es en la comarca del Arlanza(Burgos) donde se mantuvo su tradición así como la del zarragón o zarramaco (personaje principal del Carnaval de Mecerreyes) que vestido de pieles y cubierto el rostro con una máscara oscura, aparece en diversos momentos del Carnaval, acompañando a los danzantes o protegiendo al Gallo y en las zarramacadas del martes. En tiempos, los carros se engalanaban y se paseaban por la localidad durante el Carnaval.
También la “Vaca romera”, “vaca merina” o “vaca rabona” es una tradición que consistía en que dos mozos del pueblo se disfrazaban de vaca y salían corriendo detrás de la gente del pueblo.
Aunque se conserva en Tolbaños de Arriba, Hacinas, entre otras, es bien sabido que la fiesta se celebraba en numerosas localidades de la provincia, como Arauzo de miel, Castrovido,Contreras y otras localidades de la zona.
Animal selvático y montaraz, una especie de dragón con seis cortas patas parecidas a las de un oso, un torso similar al de un buey, con un caparazón de tortuga a su espalda y una escamosa cola que terminaba en el aguijón de un escorpión
Como mito, está ligada a la leyenda provenzal del siglo XI (tarasque, pronunciado taRask, es una especie de dragón monstruoso), quizá anterior pues sus orígenes podrían remontarse a la mitología celta.
Durante la Edad media, alcanza gran popularidad una leyenda sobre la Tarasca y santa Marta en la región francesa de Provenza, que se recoge en La leyenda Dorada de Jacobo de Vorágine y que aparece citada en un libro titulado La Leyenda Dorada (1264), cuyo autor es el monje dominico Santiago de la Voragine: La Tarasca vivía en un pantano próximo a la ciudad de Tarascón, en Francia.
El animal causaba muchos daños y pérdidas humanas, de forma que un grupo de lugareños decidieron matarlo. La Santa pasaba por el lugar cuando el animal iba a dar fin de los cazadores, así que apaciguó al animal y cabalgó sobre él demostrando a todos que había dejado de ser peligroso.
El cronista de Badajoz Nicolás Díaz y Pérez, en el Correo de Extremadura de 1900 escribe:
"Que en el siglo XIV vivía en
Badajoz un médico hebreo , llamado Isaac Cohen, morador de la calle
Almotacén…… que a orillas del Calamón, no lejos de donde estuvo situada
la ermita de los Mártires, existe aún una fuente que lleva el nombre de
“Los Alunados”… y que no muy distante de esta fuente existe un antiguo
molino harinero que aún hoy mismo se llama “de la Tarasca”, porque es
tradición que en él se guarecía el monstruo que en el siglo XIV tanto
terror infundió entre los campesinos de Badajoz".
Cuenta la leyenda que en una ocasión,
allá por 1480, en una noche de fuerte tormenta vinieron a buscar por
varias veces al médico judío Cohen a su casa para atender al porquero de
la Albuera, hasta que por 700 maravedíes lo convencieron. El judío, una
vez allí, consiguió sacar al enfermo otros 100 maravedíes por unas
“hojas y raíces de dedalera”, pero a pesar del desembolso el pobre
desgraciado moría instantes después.
Es una de las tradiciones carnavalescas con más solera en la provincia de Burgos.
Es una representación grotesca de un ser maligno, oscuro y cavernoso, para hacer patente que representa al Mal absoluto.
El ‘animal’ ancestral enfundado con un enorme armazón de madera y tapado con unos sacos;esta bestia está coronada con una calavera de res, abre y cierra sus fauces delante de todos aquellos que se atreven a ponerse a su alcance sembrando respingos, carcajadas y algún que otro enfado.
Es transportado por cinco jóvenes que, cobijados en su interior, empujan los temores que causaba su ‘cla-cla’ y la simbología que representaba.
CONTRERAS
HACINAS
Es en la comarca del Arlanza(Burgos) donde se mantuvo su tradición así como la del zarragón o zarramaco (personaje principal del Carnaval de Mecerreyes) que vestido de pieles y cubierto el rostro con una máscara oscura, aparece en diversos momentos del Carnaval, acompañando a los danzantes o protegiendo al Gallo y en las zarramacadas del martes. En tiempos, los carros se engalanaban y se paseaban por la localidad durante el Carnaval.
También la “Vaca romera”, “vaca merina” o “vaca rabona” es una tradición que consistía en que dos mozos del pueblo se disfrazaban de vaca y salían corriendo detrás de la gente del pueblo.
Aunque se conserva en Tolbaños de Arriba, Hacinas, entre otras, es bien sabido que la fiesta se celebraba en numerosas localidades de la provincia, como Arauzo de miel, Castrovido,Contreras y otras localidades de la zona.
OTRAS VERSIONES DE LA TARASCA
Asociada con la Leyenda de Santa Marta, la Tarasca es descrita como una criatura de dimensiones de un dragón, tiene 6 patas cortas muy similares a las de un oso, tiene una gran caparazón en su espalda como la de una gran tortuga, su torso es el de un fornido buey, su cabeza es como la de un león pero con orejas de caballo, y está dotado con una cola con aguijón como la de un escorpión. Siempre se le describe con una mirada penetrante y un rostro que dibuja una desagradable expresión.
Carlos Pascual, en su magnífica “Guía Secreta de Toledo” (Al-Borak, 1976), afirma que “hasta no hace muchos años había una señora que mostraba la Tarasca en la Catedral, donde se guardaba hasta hace no mucho. Estaba encerrada en una habitación con los gigantes y cabezudos. El monstruo, sigue Pascual, desfilaba durante la procesión del Corpus asustando a los chicos y divirtiendo a los grandes. Mediante un resorte, abría sus fauces y agitaba la cabeza, mientras en su lomo rugoso giraba una muñeca desmelenada que la gente llamaba Ana Bolena.
Así en Granada,Tudela,Valencia, en Cataluña donde reviste la forma del Drach en Villafranca; la Mulassa, en Reus; la Patum, en Berga;en Torrejoncillo del Rey (Cuenca),en Madrid,en Zamora desfilan Tarascas en las procesiones del Corpus Christi.
ZAMORA
BARCELONA
GRANADA
Los españoles llevaron la tradición a América donde se unió a leyendas
locales sobre seres similares.
SANTA CLARA DEL COBRE.
MICHOACÁN.MÉXICO.
LA HABANA.CUBA.
La agencia EFE en La Habana el 30/04/2011,informaba:
La criatura mitológica de la Tarasca ha vuelto a pasear por La Habana tras 200 años de ausencia, en un carnaval callejero(2011) que busca revivir y modernizar esa tradición en Cuba y en el que el público “lanza” sobre el muñeco las cosas malas de su vida antes de ser quemado en una hoguera en pleno Malecón.
Con su cuerpo de dragón —aunque en la calle muchos le confunden con un escarabajo y hasta un caimán— la tarasca cubana regresó esta semana convertida en “chivo expiatorio” y protagonizó tres días de desfile inspirado por las antiguas procesiones del Corpus Christi en la Isla.
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