ADVICE TO LITTLE GIRLS. MARK TWAIN. INTELIGENCIA EMOCIONAL

SÉ MALA



"Nunca dejé que la escuela interfiriese en mi educación".
Mark Twain



Este libro,  Advice to Little Girls, fue  escrito por Mark Twain en 1865 y hoy en día, teniendo en cuenta el papel de la mujer en la sociedad actual, sigue siendo necesario.
Cuenta con las magníficas,rebeldes ilustraciones de Radunsky, este texto adelantado a su época.


Twain anima a las niñas a pensar de modo independiente y no obedecer las reglas impuestas por la sociedad utilizando de estrategias de diálogo y negociación.

• Directrices de Inteligencia emocional

Nº de páginas: 24 págs

• Editorial: SEXTO PISO
• Lengua: CASTELLANO
• ISBN: 9788415601548

• No es un libro para niños, sino, precisamente, para hacer las delicias de esos adultos nostálgicos de la infancia que hacen repaso de su antiguo microcosmos cultural.

• “Si tu madre te pide que hagas algo, no está bien decirle que no. Es preferible y más conveniente darle a entender que harás lo que te ordena, y después proceder con discreción según los dictados de tu sabio criterio”. 

• Este es el tipo de consejos que ofrece Mark Twain en Consejos para niñas pequeñas, un canto a la irreverencia y la rebeldía, y a la niña como pequeña genia adulta que ha de rebelarse ante las convenciones, las buenas maneras y las sagradas instituciones. 

• Acompañan el texto las imágenes de Vladimir Radunsky, ilustrador de infinidad de cuentos infantiles, cuyos dibujos, con un trazo salvaje y desmañado cercano al del genial Quentin Blake, dotan a los ocho breves consejos de un aire de modernidad y frescura.

• Muestra el desdén que sentía Mark Twain por el sistema educativo, las buenas maneras infantiles y todo lo que oliese a escuela. Como en sus obras más conocidas, en este manual Twain redime y apoya a esos niños incomprendidos pero invencibles que triunfaron saltándose las normas. 

• Gritan de júbilo Matilda, Celia y Kevin de "Solo en casa". Pero, sobre todo, con este libro Twain echa una mano a la Becky Thatcher y la Amy Lawrence de "Tom Sawyer", y a la Emmeline de "Huckleberry Finn", esas niñas de grandes lazos blancos y vestiditos de organdí que se quedaban en casa tomando el té con su tía y su abuela mientras los pequeños pillastres que protagonizaban toda la novela se lanzaban Mississippi abajo en busca de las aventuras y la libertad más trepidantes. 

• Ellas estarían eternamente agradecidas de recibir los "Consejos para niñas pequeñas", que quizás harían más llevaderos los largos días de escuela, iglesia y bordados.