Civita di Bagnoregio, es un asentamiento que data de la Edad Media, y que hoy cuenta con solo 10 habitantes,ubicada en la región de Lazio, provincia de Viterbo.
Apodada "la ciudad que se muere" por Bonaventura Tecchi, que nació aquí, Civita di Bagnoregio corre el riesgo de desaparecer debido a que a la colina de toba donde surge sufre la continua erosión de los dos torrentes que corren en los valles y, además, por la acción de la lluvia y del viento.
El destino del lugar, el grupo de casas medievales, las pocas familias que aún viven allí y el paisaje irreal caracterizado por barrancos de arcilla que asedian la ciudad, convierten Bagnoregio en sitio único y encantador.
Majestuosa y pintoresca, casi un pasaje a otra dimensión, durante la Edad Media, la ciudad era conocida con el nombre de Bagnoregio de Santa María debido a la presencia de la iglesia omónima y también se le conocía como Porta Cava. Excavada parcialmente en la toba en época etrusca, la iglesia fue completamente adaptada en la Edad Media y en los siglos XVI y XVII cuando ha sido objeto de varias restauraciones que han incluido elementos extranjeros en el complejo. En sus paredes, se realizaron unas cruces insistentes en triángulos, referencia a la cruz del Gólgota de Jerusalén, que se atribuyen a los peregrinos que regresaban de la Tierra Santa o probablemente a los templarios
El núcleo urbano se basa en una calle principal este-oeste y en la plaza donde surge la catedral, construida probablemente a comienzos del siglo VII en el área de un antiguo templo y enriquecido, en los siglos posteriores, con diversas intervenciones entre las cuales se destaca el proyecto de Nicola Matteucci de Caprarola en 1511. En su interior, se conserva un precioso crucifijo de madera del siglo XV, de la escuela flamenca, que se transporta durante la sugestiva procesión del Cristo Muerto.
Recorriendo las calles que serpentean desde la plaza, tenemos la sensación de estar realizando un viaje en el tiempo donde, en un silencio casi irreal, se pueden disfrutar graciosos rincones enriquecidos con huellas de vidas pasadas, flores en las ventanas, gatos socarrones que duermen. Antiguos palacios medievales, con casas de molinos de aceites renacentistas y casas humildes miran hacia los enormes barrancos circunstantes que, con sus crestas y pináculos, parecen una corona para este pequeño pueblo agarrado a la vida de su frágil colina de arcilla.
El primer domingo de junio y el día 2 de septiembre, en la plaza de San Donato, se celebra el antiguo "Palio della Tonna" (Palio de la redonda). Durante esta evocación histórica las contradas o barrios de Civita se enfrentan en una carrera de asnos. El Palio, cuyo nombre deriva de la forma de la plaza donde se realizan las competiciones, cada año atrae a una gran multitud de gente y representa la ocasión para organizar una fiesta animada en la plaza.
La ciudadela se encuentra a 30 kilómetros de Viterbo, a 110 km al norte de Roma, a 20 minutos de la salida de la autopista A1-Orvieto.
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